Las cochinillas de la humedad aparecen no solo en jardines sino también en el interior de las casas. De hecho, acceden a ellas por puertas y ventanas y suelen instalarse en las zonas bajas, próximas a áreas húmedas, ya que estos crustáceos terrestres necesitan de la humedad para poder vivir.
Si constatamos que su presencia en nuestro hogar es habitual tal vez tengamos una plaga. Si es así, tendremos que actuar rápidamente para evitar que la población de estos diminutos inquilinos se extienda.
Su presencia en el interior de los domicilios es complicada de erradicar por cuanto, a diferencia de otras plagas, como las de ratas, termitas o cucarachas, no hay productos específicos para ello.
Podemos probar a usar insecticidas comunes, conocidos como de amplio espectro, ya que sirven para acabar con una variada lista de insectos y también con las cochinillas. Pero si se trata de una plaga tendremos que emplear otros métodos más radicales, pues esto solo es una solución temporal.
En primer lugar, podemos tratar de averiguar dónde se esconden. Es decir, en algún lugar tendrán que tener su nido, y es ahí donde podremos atacar de manera eficaz. Lo normal es que se escondan debajo de las macetas, enterradas en la tierra, en lugares cercanos a desagües o en zonas oscuras y con mucha humedad. Pero también podemos encontrarlas en grietas de paredes o suelos.
Una vez descubierto su nido, trataremos de erradicarlas para que no vuelvan a aparecer. Una buena opción es colocar deshumidificadores para eliminar la humedad ambiental. Como necesitan que el espacio en el que viven sea húmedo, al carecer del mismo, irán desapareciendo. Podemos combinar el uso de insecticidas con los humidificadores y tener paciencia, ya que el proceso no es rápido.
Para evitar que vuelvan a aparecer en grietas y huecos de paredes y suelos, tras el empleo de los insecticidas podemos sellar estas rendijas. Así complicaremos que vuelvan a criar allí.
Algunos profesionales recomiendan también utilizar tierra de diatomea por las zonas donde las hemos visto. Se trata de un truco casero que aprovecha los efectos que causan los huecos que componen estas algas fosilizadas en las cochinillas. La tierra de diatomea es un insecticida natural y biodegradable que sirve para el control de plagas de manera sostenible, sin el empleo de sustancias químicas. Suele ser eficaz para la gran mayoría de insectos, los cuales, cuando tocan la cobertura de sílice que cubre el alga, se deshidratan ya que la cobertura perfora su capa de queratina y los destruye.
Como la tierra de diatomea, el jabón de potasa también se emplea como insecticida natural para el control de plagas, ya que provoca la asfixia en los insectos. Y como aquella, es un producto biodegradable y ecológico, por lo que podemos hacer uso del mismo para combatir la presencia de las cochinillas en nuestro hogar.
Tampoco podemos dejar de valorar otras opciones como los pulsos electrónicos, que emiten señales silenciosas para ahuyentar y repeler los insectos.
Por último, podemos ayudarnos con paños empapados en alcohol, que colocaremos en aquellos lugares en los que sospechemos que la presencia de estos crustáceos terrestres es más destacada. Una combinación de varios de estos métodos nos asegurará una solución eficaz a nuestro problema.