Los trabajadores de la limpieza del sector sanitario de Aragón llevaban 49 días en huelga indefinida. A la espera de la firma del nuevo convenio, la inestabilidad laboral, el temor a la reducción de los sueldos y la pérdida de su categoría profesional les llevó a realizar este parón y a iniciar acciones como la manifestación en la que alzaron las fregonas el pasado mes de junio en Zaragoza.
Finalmente, la patronal y el sindicato CCOO, apoyado por CGT y CSI-F, han formalizado el nuevo convenio colectivo en la madrugada del pasado 12 de julio. Con esta formalización, han ratificado el acuerdo al que llegaron el fin de semana anterior en dos asambleas de trabajadores, en las que también se acordó acabar con las movilizaciones.
Entre las condiciones que se han establecido, y que se mantendrán hasta 2017, destaca que se garantiza la ultractividad indefinida en jornada y salario y se mantiene la equiparación al personal estatutario del grupo E –una de las reivindicaciones más demandadas por los trabajadores-, en lo que se refiere a jornada, retribuciones, vacaciones y complementos de incapacidad temporal.
Además, se ha creado una cláusula según la cual el 91% del empleo del sector tiene que ser indefinido, lo que garantiza que no lleguen a producirse despidos objetivos –derivados de ERES o cualquier otro tipo de circunstancia aparentemente justificable-.
No obstante, el sindicato UGT no ha ratificado este convenio por considerar que no se ha cumplido uno de los principales objetivos por los que se estaba luchando: la ultractividad indefinida en todas las materias –como, por ejemplo, en incapacidad temporal o vacaciones-. Desde su punto de vista, este hecho favorecerá que se pierdan muchos derechos ya consolidados.
Por su parte, y tal y como ha indicado el Secretario de Negociación Colectiva de la Federación de Servicios Privado, Mariano Álvarez, el acuerdo es todo un logro gracias al cual se ha evitado que “las personas trabajadoras del sector se hubieran quedado en un limbo laboral”.