Utilizamos los mejores productos de limpieza especializada y las mejores herramientas. Para una correcta limpieza de fin de obra, es obligatorio y necesario que los trabajadores vayan vestidos con un uniforme adecuado a la tarea, al igual que es necesario el uso de mascarillas o equipos de seguridad dependiendo del tipo de instalaciones.
Lo primero de todo en estos casos es la eliminación de cualquier resto de basura grande u objetos que puedan dificultar u obstaculizar el paso y entorpecer el trabajo.
Una vez retirados todos los objetos o restos de basura grandes, pasamos al barrido o aspiración de las instalaciones. Dependiendo del tipo de instalaciones se barrerá o se aspirará, ya que en determinadas ocasiones no es posible barrer por la cantidad de polvo que se puede levantar, dificultando la visibilidad, la respiración en el lugar de trabajo, además de que el polvo en suspensión se posará de nuevo sobre otros lugares de las instalaciones, ocasionando un retraso en las labores de limpieza y tener que realizar un mayor esfuerzo en nuestra tarea, por lo tanto utilizaremos la aspiradora siempre que nos sea posible.
Una vez aspirado todas las instalaciones, comprobaremos en el suelo, puertas, interruptores, etc., en busca de manchas de pintura, cemento u otros restos de materiales de la obra.
En caso de restos de pintura, utilizaremos una cuchilla para rascar y eliminar los restos. De no ser posible la eliminación de la pintura rascando, utilizaremos un decapante siempre y cuando no dañemos el suelo: para ello utilizaremos una cantidad muy pequeña en un lugar de difícil visibilidad para que, en el caso de que el producto dañe el suelo, no sea visible. Lo dejaremos actuar 2 minutos y lo retiramos con la cuchilla y un trapo húmedo: esto debería eliminar por completo los restos de pintura. Si se eliminaron de forma fácil y sin dañar el suelo, podemos continuar con el resto de las instalaciones.
Para la eliminación de restos de cemento, motero etc., debemos utilizar un desincrustante. En este caso sí debemos tener especial cuidado, ya que este tipo de productos no se puede utilizar en cualquier suelo. Del mismo modo debemos utilizar siempre cantidades mínimas, no dejar actuar el producto en ningún caso más del tiempo recomendado por el fabricante y tener especial cuidado con las juntas entre baldosas, ya que el desincrustante se comerá cualquier tipo de cemento, mortero, etc.
Una vez eliminados los restos de pintura y cemento, procedemos a la eliminación del polvo en barandillas, extintores, puertas, plafones, etc.
Para ello utilizaremos bayetas, en la mayoría de los casos de microfibra.
Una vez limpiados los restos de polvo, realizaremos un buen fregado del suelo. Debemos tener en cuenta que tendremos que cambiar el agua de nuestros cubos con bastante frecuencia, para no dejar restos de fregona o agua sucia.
Por último, cuando hemos fregado las instalaciones volvemos a fregar el suelo, dando un repaso con nuestra bayeta a barandillas, extintores y plafones, así como la eliminación de telarañas.
Por supuesto debemos usar fregasuelos de calidad así como un buen ambientador para que, aparte de dar el aspecto de limpio y nuevo, tengamos un buen olor, obteniendo en conjunto un resultado impecable.
Si seguimos bien los pasos, somos detallistas y llevamos un orden en nuestro trabajo, obtendremos los mejores resultados y podemos devolver el estado de nuevo a cualquier instalación que requiera de este tipo de limpieza especializada.
