Cuando llegamos de la calle y tenemos que realizar alguna tarea en casa, es habitual que nos cambiemos de ropa y nos pongamos algo que no se manche y nos resulte cómodo. En el ámbito profesional, este cambio de vestuario por uno adaptado al trabajo es, si cabe, aún más importante.
En primer lugar, porque el atuendo específico que empleemos protege nuestra ropa de manchas, roturas y demás deterioros que el uso de maquinaria y de productos de limpieza industriales puede causar.
Segundo, porque además de cuidar nuestra ropa, protege nuestro cuerpo. Es normal que se empleen productos químicos abrasivos cuya finalidad puede ser, además de la limpieza y desinfección del lugar, la eliminación de partículas contaminantes. Emplear el vestuario correspondiente a tal fin es, por tanto, imprescindible para que nuestro cuerpo no sufra las consecuencias de ello.
Según sea el trabajo de limpieza que realizamos y el lugar donde lo llevamos a cabo, hablaremos de un simple uniforme de tela o de monos impermeables que no dejan que pasen a nuestro cuerpo los gases o líquidos que pueda haber en el lugar de limpieza. Recordemos que no solo hablamos de la limpieza de oficinas y empresas, sino también de limpiezas especiales en fábricas o de sustancias peligrosas que requieren de un cuidado y vestimenta especiales.
A ello se suma un calzado específico y unos guantes que protejan igualmente de golpes y productos químicos, y, en muchos lugares, un gorro que mantenga limpio el cabello. Dependiendo del lugar, puede ser necesario el uso de protectores completos para la cabeza y de mascarillas que impidan que el trabajador respire cualquier olor que se genere o los vapores de los productos químicos que se están empleando.
Por tanto, utilizar un vestuario de limpieza no es solo aconsejable en la mayoría de los trabajos, sino que resulta vital para la vida de estos empleados en aquellos puestos que, por su peculiaridad, son peligrosos.
En tercer lugar, porque la empresa debe obligar al trabajador a que desarrolle su labor con seguridad. La mayoría de ropa de limpieza se considera ropa de protección y es obligatoria para poder desarrollar el trabajo con seguridad. De este modo, exigir a los trabajadores el uso de vestuario específico de limpieza, adecuado a la labor que desarrollan, es responsabilidad de la empresa de limpieza para proteger la seguridad de su personal.
Y como cuarto punto cabría destacar que el vestuario de limpieza constituye una manera importante de identificación de los trabajadores, algo que repercute en la imagen pública de la empresa de limpieza. A ninguna compañía le gusta que sus empleados realicen su labor con una ropa distinta. Por tanto, además de asegurarse la protección y seguridad de los profesionales que integran la empresa, esta muestra una imagen profesional y homogénea de cara al público.
Así pues, para garantizar que estos elementos se cumplan, las empresas de limpieza suelen contar con uniformes estéticamente homogéneos, cómodos para que los empleados ejerzan su labor con facilidad, y seguros, que protejan su cuerpo e impidan que estos puedan contaminarse con los productos químicos y abrasivos que utilizan en el desarrollo de su trabajo.