Las manchas de pinturas al óleo se limpian con esencia de trementina o aguarrás, las manchas de pintura de aceite se refriegan con aguarrás y después se lavan con agua y jabón, mientras que las manchas de pintura de agua se quitan tallando la prenda con agua fría.
En el caso de tejidos y prendas lavables, si la pintura está fresca, desaparecerá utilizando el disolvente correspondiente a cada pintura (agua, aguarrás, disolvente universal, etc.). Si ya se ha secado, conviene dejar varias horas el tejido en remojo, para ablandar la mancha antes de frotarla con esencia de trementina o disolvente universal. Finalmente, se limpia el tejido con detergente.
Otra opción será colocar la mancha de pintura sobre una superficie que sea absorbente (un paño limpio o papel de cocina), y frotarla suavemente con un trapo mojado en disolvente. Esto para el caso en que la pintura aún este fresca. Para que no quede ningún cerco de la mancha, se debe espolvorear con polvo de talco y cepillar cuando la mancha se haya secado.
Las manchas de pintura en los cristales se pueden quitar con un raspavidrios. Si se mojan previamente con alcohol, será mas fácil desprenderlas.
En el caso de la madera, las manchas de pinturas al óleo desaparecen frotándolas con aguarrás. El resto de pinturas suelen limpiarse frotando la madera con un estropajo de acero humedecido en cualquier producto limpiador para hornos.
Para el mármol y piedra, las manchas de pintura fresca se quitan con un paño y, si está seca, se debe raspar. Los restos desaparecen frotando la zona con aguarrás.