Las tuberías son uno de los elementos más importantes del hogar, y también uno de los más descuidados. Los principales problemas que surgen en las tuberías suelen ser malos olores, fugas de agua y obstrucciones, todo ello por el mal uso que hacemos de ellas y por el paso del tiempo que, como con todo, hace que se deterioren. La limpieza de tuberías puede parecer un engorro, pero si le damos los cuidados adecuados no habrá ningún problema y estarán en perfecto estado. Presta especial atención a los siguientes puntos:
- No tires desperdicios por los desagües: cualquier resto de comida, pelo, uñas u otros objetos, se mezclan y producen grandes atascos en las tuberías
- Extrema las precauciones con los desatascadores químicos: se elaboran con sustancias tóxicas, así que ten mucho cuidado al emplearlos y procura que no entren en contacto con la piel. Ponte guantes para asegurarte
- Revisa la boca visible del desagüe: esto te servirá para comprobar que no hay ningún objeto que obstruya el paso del agua
- Para desatascar el inodoro, ata una toalla vieja alrededor de la escobilla y muévela después de arriba a abajo haciendo presión
- Si alguna de las tuberías hace ruido, especialmente cuando abres o cierras los grifos, es probable que tenga una burbuja de aire en su interior. La mejor solución es aumentar la presión sobre el agua del grifo para desplazar la burbuja
- Comprueba si tienes fugas aplicando una solución espesa de detergente líquido sobre la misma, se formarán burbujas sobre la misma y se anulará la fuga
- Para eliminar malos olores, échale una vez a la semana un producto de limpieza específico, tienes una amplia gama donde elegir
Aplicando todos esos cuidados, conseguirás tener unas tuberías relucientes y te cubrirás las espaldas ante posibles atascos y obstrucciones.
Foto: Desatoros Lidesa