En la vida diaria nos encontrarnos rodeados de equipos electrónicos, ya sea en nuestro lugar de trabajo o en nuestra propia casa. Los aparatos de electrónica son elementos especialmente propicios a acumular suciedad difícil de limpiar y un gran número de gérmenes.
Limpiar correctamente aparatos electrónicos puede resultar muy sencillo si sabemos cómo hacerlo, pero poca es la gente que conoce las técnicas y productos adecuados para realizar este tipo de limpieza. Esta desinformación puede derivar, no sólo en una mala higiene del hogar, sino en el mal funcionamiento y en la avería de estos aparatos.
En general, las premisas que deben tenerse en cuenta en esta labor de limpieza son, en primer lugar, la conveniencia de que los aparatos estén completamente apagados para evitar cualquier tipo de accidente; no pulverizar ningún producto directamente sobre el aparato ni ejercer presión en su limpieza y que ésta debe realizarse con trapos o bayetas que no dejen ningún tipo de residuo y con cepillos suaves y del tamaño adecuado para limpiar ranuras y espacios de difícil acceso.
A partir de ahí, es preciso saber que cada equipo electrónico puede tener sus requerimientos especiales:
- Pantallas: Para limpiar las pantallas de los televisores, ordenadores o, incluso, de los teléfonos móviles, hay que emplear paños de microfibra para evitar arañazos y para no dejar restos de pelusa. También se puede humedecer el trapo con una pequeña cantidad de detergente siempre que este producto no contenga agentes agresivos.
- Conexiones: Las conexiones y el cableado de los diferentes aparatos acumulan mucho polvo, por lo que es importante realizar una limpieza frecuente de los mismos. Para las clavijas y enchufes que estén especialmente sucios se puede emplear algún spray especial y, posteriormente, limpiarlo a fondo con un trapo para evitar los residuos.
- Teclados: En primer lugar, para limpiar un teclado hay que darle la vuelta y sacudirlo levemente para que caiga la suciedad. Después, ya puede limpiarse la superficie de las teclas con un algodón humedecido con limpiacristales, que también se empleará para los huecos aplicado en un bastoncillo de los oídos. Para estos espacios –así como para cualquiera de difícil acceso- también puede emplearse el aire comprimido que suele encontrarse en tiendas especializadas.
- Mando a distancia: El mando a distancia es, probablemente, uno de los elementos que más suciedad y bacterias puede llegar a acumular y al que menos atención se le presta en las tareas de limpieza. En la mayoría de los casos basta con aplicar un producto limpiador no agresivo con un paño suave, aunque también se recomienda, cada cierto tiempo, realizar una limpieza interna. Para ello hay que retirar las pilas y desmontarlo separando las dos partes de la carcasa –que se pueden limpiar con un trapo y un detergente no abrasivo, al igual que los botones- y emplear unos bastoncillos de los oídos con una mínima cantidad de alcohol para la placa.
- Teléfonos: Tanto el teléfono fijo como la carcasa del teléfono móvil pueden limpiarse con un algodón ligeramente humedecido con alcohol de quemar para quitar todo tipo de manchas. Después, se sigue el mismo procedimiento pero empleando alcohol de 96 grados –y haciendo especial hincapié en los auriculares- para desinfectar.
Foto: Sat-Elit