Los ambientadores domésticos, que suelen utilizarse para mejorar la higiene del hogar, pueden convertirse en la clave para recrear espacios confortables y placenteros para la vida diaria. El abanico de productos relativos a este ámbito de la limpieza es muy amplio, por lo que escoger entre unas u otras opciones sólo depende del espacio que dispongamos para perfumar y de la sensibilidad aromática de los diversos inquilinos.
Los malos olores, provocados por la presencia de animales, derivados de la falta de limpieza o generados por la acumulación de residuos orgánicos u otro tipo de basuras, pueden ser eliminados mediante el uso de ambientadores líquidos. Este tipo de artículos, que incorporan diversas esencias naturales, pueden ser colocados en cualquier lugar de la casa, dando prioridad a la eliminación de bacterias en zonas más conflictivas como la cocina o el cuarto de baño. Su alta concentración aromática y su base hidroalcohólica lo convierten en un producto de gran durabilidad, cuya fragancia puede permanecer en el ambiente por un tiempo prolongado. Este artículo puede ser aplicado de forma manual o mediante sistemas de pulverización y difusión.
Existen ciertas sustancias que, gracias a su alto poder cítrico o impregnador, pueden ganarle la batalla al mal olor de nuestro hogar. Esencias como las que derivan de la lavanda, del romero o del limón resultan ideales para combatir el hedor, por lo que pueden ser seleccionadas para configurar nuestros ambientadores caseros. Basta con elaborar una pequeña bolsita de tela y añadir en su interior las sustancias o las especies que más nos gusten. La ventaja de este tipo de aromatizadores naturales es que, gracias a su tamaño y a su composición, pueden ser colocados en cualquier rincón cerrado de nuestra casa, entre los que se incluyen cajones, vestidores o fondos de armario.
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Decorar el comedor con ceras perfumadas es una opción ideal para ornamentar y aromatizar al mismo tiempo, reduciendo costes en productos químicos que, utilizados en exceso, pueden llegar a sobrecargar el ambiente. Este tipo de artículos incorporan olores frescos, sencillos y naturales, que pueden combinarse con pulverizadores o aceites esenciales.