Si consigue tener los suelos limpios, el resto de la casa parecerá también limpia, y será más fácil mantenerla así, ya que se trasportará menos suciedad de un lado a otro. Concéntrese particularmente en el vestíbulo y en cualquier puerta que dé al exterior, pues es por aquí por donde entra la mayoría de la suciedad. Barra o pase la fregona por los suelos de la cocina y del cuarto de baño frecuentemente, a ser posible todos los días; ambos son un campo propicio para los gérmenes.
Ocasionalmente, por ejemplo en primavera, conviene sacar de las habitaciones todos los muebles, quitar las alfombras y moquetas y limpiar a fondo, incluyendo los rincones y los zócalos.
Cuidado de los suelos
A la mayoría de los suelos basta pasarles una fregona para mantenerlos limpios, pero algunos, como los de piedra o los de baldosa, necesitan una buena limpieza regularmente.
. Las ceras o barnices pueden proteger los suelos.
Suelos de madera
. Los suelos de madera acuchillados y barnizados se limpian con una fregona húmeda.
. No empape de agua los suelos de madera ni los friegue con agua caliente, pues ésta reblandece la madera y puede dañarla.
Como quitar las suciedad incrustada en los suelos. Rasque suavemente la madera sucia con un cuchillo, siguiendo la veta de la madera. Después frote con aguarrás. Aplique una capa de cera, déle tiempo a reposar y después saque brillo.
. Los suelos encerados no necesitan ser fregados. Barra regularmente y saque brillo de vez en cuando.
. Utilice cera líquida; es más fácil de aplicar.
Suelos de corcho
. Si están barnizados, pase una fregona de vez en cuando.
. Si están encerados, déles una capa de cera dos veces por año, no más. Saque brillo ocasionalmente.
. Los suelos de vinilo necesitan que se les pase una fregona humedecida en una solución de agua con detergente cuando estén sucios.
. Los suelos de corcho barnizado en malas condiciones pueden acuchillarse y volver a barnizarse.
. No deje nunca que el cocho se empape de agua, pues podría agrietarse. Seque concienzudamente después de fregar.
Suelos de linóleo
. Friéguelos con agua tibia y jabón.
. Quite las manchas frotando suavemente con un estropajo de alambre empapado en trementina o aguarrás. Después barnice.
. Pueden protegerse con un barniz aceitoso.
Suelos de goma.
. Pase la fregona húmeda con una solución suave de detergente.
. Abrillante con una emulsión a base de agua o con un producto específico para la goma.
. No utilice ceras, aguarrás, parafina ni disolventes.
. Proteja con un barniz a base de agua.
Suelos pintados
. Pase una fregona húmeda con detergente, usando la menor cantidad de agua posible.
. Los suelos pintados pueden encerarse, lo que los hace más fáciles de limpiar.
. La pintura de esmalte brillante puede lavarse con agua caliente. Si hay manchas difíciles frote suavemente con un estropajo de alambre fino.
Suelos barnizados
. Lave el barniz impermeable con agua caliente y jabón.
. Friegue el no impermeable con una fregona humedecida en agua jabonosa.
Suelos termoplásticos y de vinilo.
. Pase una fregona humedecida en agua y jabón.
. Saque brillo con una emulsión abrillantadora.
. No utilice limpiadores ni abrillantadores disolventes; podrían dañar el suelo.
. Utilice cera si quiere, pero puede convertir el suelo en una pista de patinaje.
Suelos de asfalto
. Friegue con una fregona esponjosa humedecida en un detergente suave. Aclare y seque.
. No utilice abrillantadores de aceite ni de cera, pues tienden a reblandecer la superficie.
. No utilice productos abrasivos ni detergentes en polvo.
. Saque brillo con una emulsión abrillantadora.
Suelos de cemento
. Limpie con una fregona húmeda. No utilice jabón si el suelo no ha sido sellado, pues es difícil de aclarar.
. Se le puede aplicar una sustancia impermeable para hacer la limpieza más fácil (además serán menos resbaladizos).
. Los suelos de cemento a los que se ha aplicado una sustancia impermeable pueden encerarse.
Suelos de mármol
. Necesitan pocos cuidados, pero conviene acudir a profesionales si se manchan o resultan dañados. No utilice agentes abrasivos.
. Los aceites, las grasas y los ácidos son dañinos, pues el mármol es poroso.
. Limpie con un detergente de cocina diluido utilizando un trapo suave. No deje que se mojen.
Suelos de piedra tallada.
. Trate los suelos de piedra recién instalados con aceite de linaza. No los friegue, al menos, durante dos semanas.
. Humedezca una fregona en agua tibia con jabón y frote si es necesario.
. Las manchas blancas en las baldosas de piedra recién instaladas pueden limpiarse con una solución débil de vinagre y agua. Aclare con agua limpia. (Las manchas son causadas por la cal del cemento).
. Utilice un barniz de silicona si quiere, pero no es necesario.
Suelos de pizarra y de piedra lisa
. Lávelos con cualquier limpiador de suelos o con sosa diluida en agua.
. No friegue con jabón, pues dejará marcas difíciles de quitar.
CONSEJO VERDE. Aplique aceite de limón sobre la pizarra, una vez fregada y seca, para darle un acabado brillante. Quite el exceso de aceite con un trapo limpio.
CONSEJO VERDE. También puede abrillantar la pizarra con leche, pero use poca, si no quiere que la casa huela como una lechería.
. Proteja los suelos de piedra lisa con un producto sellante para el cemento y cera.
Suelos de terrazo
. Barra y pase una fregona húmeda siempre que sea necesario. Utilice detergentes líquidos, pero no alcalinos, como sosa, amoniaco o bórax.
. No utilice agentes abrasivos, pues dañarán la superficie.
Limpieza a fondo para suelos muy sucios
Este método es solo aplicable para suelos de terrazo, cerámica, piedra, mármol, cemento y de vinilo. No debe usarse en suelos de madera, linóleo o de corcho; éstos se limpian pasando una fregona húmeda.
- Barra y/o pase la aspiradora. Aplique el limpiador que haya elegido siguiendo las instrucciones del paquete con una fregona húmeda (esponja o bayeta).
- Déjelo actuar durante 10 o 15 minutos. No deje que el suelo se seque, pero tampoco que el agua se meta debajo de los zócalos, donde podría causar algún problema con los cables de la luz. Rasque con un cepillo todo indicio de suciedad (especialmente al lado de la paredes, y en los rincones).
- Quite el agua con una bayeta, aclarándola frecuentemente con agua limpia para no dejar ningún resto de jabón por el suelo, pues éste impediría la absorción de cualquier barniz o cera, y haría el suelo resbaladizo.
- Seque con una fregona o un trapo seco.