Cada vez son más las empresas de limpieza que, además de ofrecer un servicio eficaz y todas las garantías en su trabajo, apuestan por emplear productos ecológicos completamente respetuosos con el medio ambiente. Productos que, además de asegurar una correcta desinfección y limpieza de todas las superficies, certifican ser inocuos para la salud humana. Pero ¿cuáles son los más efectivos?
Productos naturales
En todos los hogares pueden encontrarse elementos que, de hecho, siempre se han utilizado por sus propiedades higiénicas y desengrasantes:
- Vinagre: Se puede mezclar con agua y pulverizar sobre superficies de la cocina y el baño para limpiarlas de grasa y moho. También resulta muy eficaz para fregar los platos, como producto antical o para darle brillo a ventanas y espejos si se aplica con un paño ligeramente humedecido.
- Limón: Presenta unas propiedades similares a las del vinagre y, además, puede utilizarse para perfumar los espacios –sobre todo cuando se emplea para fregar los suelos o si se incorpora dentro del lavavajillas.
- Bicarbonato sódico: Se trata de uno de los productos tradicionalmente empleados en la limpieza del hogar por su poder desatascante y desinfectante, especialmente, para la suciedad que se incrusta, por ejemplo, en los azulejos o el horno. También resulta muy útil como blanqueante para la ropa y eficaz quitamanchas.
- Jabón natural: Puede utilizarse como detergente suave para la ropa. Lo importante es asegurarse de que está elaborado con productos completamente naturales como, por ejemplo, aceites vegetales. Su acción limpiadora en la ropa puede completarse con un suavizante elaborado a base de vinagre blanco y unas gotas de aceites esenciales –como, por ejemplo, de salvia, que también tiene propiedades desodorantes y antisépticas- para aromatizar el lavado.
"Químicos" ecológicos
Actualmente existen en el mercado todo tipo de productos alternativos a los limpiadores multiusos y detergentes industriales. Están elaborados con ingredientes minerales y vegetales, es decir, no incorporan ningún tipo de fosfato, ingredientes petroquímicos, cloros o amoniacos, perfumes artificiales, conservantes sintéticos, etc.
Lo importante es asegurarse de que son realmente ecológicos y, para ello, tienen que disponer de la correspondiente etiqueta Eco-Label, que garantiza el cumplimiento de la normativa actual europea en esta materia.